La importancia de los materiales del sofá para los distintos ambientes del interiorismo

Las distintas opciones de materiales para su sofá A la hora de elegir un sofá, existen dos tipos principales: los sofás de piel y los sofás de tela, que se presentan en distintas gamas. Para la piel: - Piel de vaca; - Piel plena flor; - Piel de búfalo; - Piel de becerro; - Serraje; - Piel flor corregida; - Piel sintética. Para la tela: - Algodón; - Lino; - Terciopelo; - Tejido sintético. Evidentemente, cada material tiene sus ventajas y sus inconvenientes. En este artículo, vamos a centrarnos en el ambiente y el diseño de interiores. El sofá de piel El sofá de piel ofrece varias posibilidades. Si opta por un sofá Chesterfield de piel marrón, podrá dar a su habitación un asertivo aspecto vintage. Y no olvide la posibilidad de combinarlo con madera para un interior de estilo escandinavo (atmósfera acogedora garantizada) o con metal para una decoración industrial (opte por líneas limpias). Sofás de tela Los sofás de tela son versátiles, pero el lino es el tejido preferido si buscas crear un ambiente casual chic ¿Te gusta el estilo vintage? Si es así, te recomendamos el terciopelo como tejido para sofás, tanto por su suavidad como por su tacto fino y refinado. Por último, los tejidos sintéticos y el algodón combinan con todo. El vínculo entre materiales y colores para tu sofá Evidentemente, para crear un ambiente especial, los materiales por sí solos no bastan. ¿Buscas suavidad y estilo escandinavo? Entonces los colores claros (blanco, gris, beige) son perfectos. También puedes elegir sofás en tela azul pastel o verde (con patas de madera). Para un diseño que combine tradición y modernidad, el marrón será tu mejor aliado, mientras que los colores cálidos y chispeantes son más adecuados para un ambiente muy años 70 (ideal para un estilo hippy bohemio). Piel o tela, como prefiera. Por último, los amantes de los interiores modernos e industriales optarán por un sofá de piel negra con patas de latón.