¿Cómo se limpia una alfombra?

El equipo que necesitas para limpiar tu alfombra

Una aspiradora es tu principal aliada para eliminar todo el polvo con un cepillo. Si algunas partes de tu alfombra están manchadas, lo mejor es utilizar un quitamanchas adecuado. No obstante, haz una prueba en una zona pequeña y comprueba los resultados antes de aplicarlo en toda la superficie de la alfombra. Este tipo de producto corre el riesgo de lavar o dañar las fibras de tu elemento decorativo más importante. También puedes optar por champús especialmente diseñados para alfombras, disponibles en polvo o aerosol. En este caso, lea atentamente las instrucciones para evitar sorpresas desagradables al utilizarlos. Los limpiadores a vapor son otra alternativa, pero es importante asegurarse de que el color de la alfombra no destiña ni se decolore.

Técnicas de limpieza de alfombras

Empieza siempre aspirando en la dirección del pelo de la alfombra. Así eliminarás el polvo acumulado durante una semana. A partir de entonces, cada seis meses debes limpiar a fondo la alfombra. Puedes elegir entre distintas técnicas en función de la calidad de tus alfombras. El agua jabonosa es suficiente para las menos sucias, que son asequibles. Puedes añadir unas gotas de amoniaco al agua si tienes una alfombra de lana. Empapa un paño suave en esta solución y frota suavemente antes de secar. También puedes utilizar vinagre blanco si quieres que tu alfombra brille y desaparezcan todas las manchas. En este caso, mezcla 200 ml de agua tibia con 500 ml de vinagre blanco y 2 cucharadas de detergente líquido. Para alfombras frágiles y de gran valor, la mejor opción es la limpieza en seco. Esto se aplica por igual a las alfombras de seda, lana y algodón. Vierta el producto en polvo sobre la alfombra y déjelo toda la noche antes de pasar el aspirador al día siguiente.